Durga Puja: El Festival que Transforma Calcuta en un Espectáculo de Arte y Devoción
Durga Puja
Cada año, cuando septiembre y octubre anuncian la llegada del otoño, la bulliciosa ciudad de Calcuta se transforma en un escenario vibrante de arte, cultura y devoción. Las calles rebosan de energía, los barrios se iluminan con impresionantes estructuras efímeras llamadas pandals y millones de personas se sumergen en una celebración que fusiona tradición y modernidad: el Durga Puja.
Considerado el alma de la ciudad, este festival no es solo una festividad religiosa, sino un fenómeno cultural que combina arte, música, gastronomía y comunidad. Su evolución a lo largo de los siglos revela la resiliencia y creatividad de la sociedad bengalí, convirtiendo a Calcuta en un destino imprescindible para cualquier viajero con espíritu explorador.

Los Orígenes: De los Palacios a las Calles
La historia del Durga Puja se remonta al siglo XVI, cuando los ricos zamindars (terratenientes) de Bengala organizaban elaboradas ceremonias en honor a la diosa Durga dentro de sus hogares. Estos rituales, exclusivos para familiares y amigos, eran símbolo de devoción y estatus.
Pero el verdadero giro ocurrió en el siglo XVIII, cuando la festividad se trasladó al espacio público. La primera puja comunitaria, conocida como Baroari Puja, fue organizada en Hooghly en 1790 por un grupo de jóvenes. Esto marcó el nacimiento de la Durga Puja Sarbojanin, una celebración inclusiva donde cualquier persona podía participar.
Con el paso del tiempo, y especialmente durante el Renacimiento Bengalí, la festividad cobró un nuevo significado. Figuras como Rabindranath Tagore y Subhas Chandra Bose la convirtieron en un símbolo de identidad bengalí y resistencia cultural frente al dominio británico.
Arte Efímero: La Revolución de los Pandals
Desde la década de 1980, el Durga Puja ha evolucionado para convertirse en una verdadera exhibición de arte urbano. Los pandals, estructuras temporales construidas para albergar los ídolos de Durga, comenzaron a reflejar temáticas de actualidad y creatividad sin límites.
Cada año, organizadores y artistas compiten para crear experiencias inmersivas. Algunos recrean monumentos históricos, mientras que otros presentan conceptos vanguardistas, abordando temas como el cambio climático, la equidad de género o la biodiversidad.
El arte no solo está presente en los pandals, sino también en los ídolos mismos. Si bien tradicionalmente se elaboraban con arcilla, hoy en día se utilizan materiales ecológicos y técnicas innovadoras, garantizando una menor huella ambiental.
Más que un Festival: Un Motor Económico
El Durga Puja es un impulso fundamental para la economía de Calcuta. Desde las ventas festivas en la moda hasta el auge del turismo, la ciudad experimenta un crecimiento exponencial en comercio y hospitalidad durante la festividad.
Los patrocinios corporativos han elevado la escala de los eventos, y los comités de puja invierten grandes sumas para ganar prestigiosos premios como el Sharad Samman, motivando aún más la creatividad y la innovación en las celebraciones.
El impacto también se extiende a sectores como la artesanía y la gastronomía, donde miles de personas encuentran trabajo temporal durante el festival.
La Era Digital: Conectando el Mundo con el Durga Puja
Los avances tecnológicos han llevado el Durga Puja a una audiencia global. La pandemia aceleró la digitalización del festival, con pandals virtuales y transmisiones en vivo que permitieron a devotos de cualquier parte del mundo participar en la celebración.
Hoy, Calcuta ofrece experiencias interactivas donde turistas pueden hacer recorridos virtuales, conocer a los artesanos detrás de los ídolos y sumergirse en la historia del festival sin estar físicamente presentes.
Un Futuro de Tradición e Innovación
Mientras Calcuta se prepara para cada nueva edición del Durga Puja, el festival sigue evolucionando, combinando tradición y tecnología, arte y economía, espiritualidad y comunidad.
Si bien el mensaje central –la victoria del bien sobre el mal– sigue intacto, su expresión se ha diversificado, creando un festival que es al mismo tiempo ancestral y futurista, local y global.
Para los viajeros, el Durga Puja es más que una celebración: es una oportunidad única para ver cómo una ciudad se transforma en el mayor museo de arte efímero del mundo y cómo una tradición milenaria sigue reinventándose, año tras año.